Un ancla prerromana ante la costa de Marín
Un grupo de buzos la descubre en el entorno de la isla de San Clemente
La descubierta por los deportistas del Club Buceo Ons es, en todo caso, “una buena pieza” -asegura Patiño-, tanto por su tamaño como porque en ella se distinguen con claridad los dos agujeros que las caracterizan, uno redondo para atar el cabo y otro rectangular en el que se incrustaba el madero que se clavaría al fondo (…) Ramón Patiño explica que las Rías Baixas recibían en esta época prerromana un importante flujo comercial de los pueblos púnicos, descendientes de los cartagineses, que comerciaban en el noroeste peninsular comprando estaño, necesario para fabricar piezas de bronce.
Deixar unha resposta